Tuesday, December 04, 2007

Peregrinaciones

El Periódico de Cataluña dedicaba uno de estos días un interesante artículo de media página titulado “Estraperlo a la portuguesa” dónde se relataba este nuevo fenómeno que son las multitudinarias peregrinaciones de familias portuguesas a España. Las diferencias notables de precios de la mayor parte de los productos entre Portugal y España causan cada día excursiones masivas de portugueses al otro lado de la frontera a comprar. Esta avalancha de compradores hacia España hace la delicia de las tiendas e gasolineras españolas próximas a la frontera pero casi causan la ruina, a las tiendas e gasolineras situadas en Portugal a menos de 50 kilómetros de la frontera. En Portugal el IVA es 5% más caro que en España bien como los impuestos sobre combustibles y tabaco son también mas elevados en Portugal.

Cuando se ha escribido el articulo el precio de un litro de gasolina de 95 octanos era de 1,08 euros en España, contra 1,32 en Portugal lo que supone un ahorro de 16,8 en un depósito de 70 litros. O por el mismo valor colocar más 15 litros de combustible.

“Compensa venir a España” - afirma Manuel – “Vivo a 150 kilómetros de la frontera. Vengo el fin de semana, lleno el depósito, hago la compra y vuelvo. Al final me ahorro, contando los gastos de viaje, unos 170 euros al mes”. Otro testigo el de Catarina que vive a solo 20 kilómetros “Hago mis compras en España, una o dos veces al mes. El tabaco, las verduras, los productos de limpieza, todo es más barato”, afirma.

Un estudio revela que 52% de los portugueses próximos de la frontera va de compras a España una vez al mes, el 20,6% una vez a la semana y un 5,3 % una vez al día.

Con esto las gasolineras lusas próximas a la frontera han perdido 80% de sus clientes.

Joao Pires, propietario de una empresa de transportes internacionales de Vila Nova de Cerveira, a unos 50 kilómetros del puente internacional sobre el río Miño, consumió el año pasado 7 millones de litros de gasóleo, de los que más de seis millones los compró en España, con lo que se ahorró casi medio millón de euros. “Tuvimos de reforzar nuestra política de compras en España, porque si no perdíamos competitividad y corríamos peligro de desaparecer”, explica el empresario.

Esta situación está desarrollando un creciente mercado negro pos cada vez son más los listillos que cruzan la frontera para hacer negocio una moderna versión de los estraperlistas de la posguerra española, pero sin cartilla de racionamiento. Compran gas, tabaco, alcohol, productos de limpieza o maquinaria y después lo revenden de forma ilícita en Portugal.

Es que una cajetilla de Ducados cuesta 0,55 céntimos más en Lisboa que en Madrid; una bombona de gas son 4,5 euros más; unas papillas de bebé valen 3 euros más, y un paquete de 20 kilos de caramelos vale 20 euros más.

Por todo esto en el caso de los combustibles, las compras en España ha reducido en 1,5% las emisiones de CO2 de Portugal. Ello se debe a que los efectos del protocolo de Kyoto, la contabilización de los gases emitidos se hace en función de a venta de combustibles. Por eso, aunque los gases se emitan en Portugal, si la gasolina y el gasóleo se compran en el país vecino, es a este que le constan en el inventario de emisiones de gases de efecto invernadero.